Más de 20 fotografías en blanco y negro, expuestas en la Galería Joven Creación de la Alianza Francesa de Costa Rica, muestran imágenes inéditas de la “lagarteada” del 2017, con el objetivo de propiciar una reflexión crítica respecto a los temas que envuelven a la polémica tradición.
Esta tradición costarricense, que se remonta a años atrás, es celebrada cada viernes santo en la comunidad de Ortega de Santa Cruz de Nicoya en la provincia de Guanacaste. Durante hace algún tiempo, la actividad ha estado en medio de la polémica entre científicos y ambientalistas que velan por el bienestar animal, y vecinos y lagarteros, que defienden sus tradiciones y costumbres.
La actividad, que consiste en capturar un cocodrilo en alguno de los ríos cercanos al pueblo para luego ser exhibido y finalmente liberado en sábado santo, tuvo un triste desenlace en el 2017: un cocodrilo macho de casi 5 metros, que debía liberarse según acuerdo entre la comunidad y el SINAC, murió mientras estaba en cautiverio.
A raíz de esta situación, el permiso para realizar la tradicional lagarteada en el 2018, fue denegado. Esto representó un duro golpe económico a la empobrecida Ortega, comunidad que a pesar del trabajo de diálogo y el despliegue policial, realizó la actividad de manera clandestina.
“Ñuku” (lagarto, en idioma chorotega), pretende no solo que las personas visualicen la tradición, sino que se genere un debate entre quienes apoyan y rechazan la actividad.
La inauguración de la exposición se realizó el pasado viernes 1 de junio con una recepción abierta al público, seguida de un conversatorio con representantes del SINAC y de la Asociación de Lagarteros, denominado: “Lagarteada: una prometedora encrucijada”.
Si desea visitar la exposición puede hacerlo de manera gratuita, visitando las instalaciones de la Alianza Francesa en Barrio Amón.
