El Castillo del Moro fue construido en 1930 a cargo de su dueño Anastasio Herrero de origen español, esta arquitectura se ubica en el distrito de El Carmen, específicamente en el Barrio Amón, una de las zonas más importantes en San José durante el siglo XIX y XX.
El Castillo también se le conocía como el Castillo de Amón y fue residencia de monseñor Carlos Humberto Rodríguez Quirós, arzobispo de San José en la década de los 60 y 70.
Esta arquitectura se destaca por su influencia neomujédar, de gran belleza por sus detalles, por lo tanto el Castillo del Moro fue declarado patrimonio histórico-arquitectónico de Costa Rica en el 2000.
El Castillo es una vivienda de dos pisos, su infraestructura incorpora elementos arabescos, como arcos de medio punto, decoraciones en los muros y ventanas, filigranas en relieve, cerámicas y mosaicos españoles.
Además, posee una torre exterior con una cúpula de bronce y un patio interno como comedor central, rodeado de columnas y arcos, y una fuente en el medio.
En su interior hay varios aposentos y habitaciones espaciosas con paredes de ladrillo repellado y alrededor de mil azulejos que representan distintas escenas de El Quijote de Miguel de Cervantes y varias reproducciones de pinturas de Francisco Goya, así como también los escudos de Costa Rica y España.
En la actualidad, el Castillo del Moro funciona como atracción turístico para los locales y extranjeros.
