La nueva cerveza costarricense fluye desde la playa, la montaña, jardines y pequeñas fábricas. A la cerveza la conocemos desde hace mucho tiempo. Ahora llegó la hora de disfrutarla mejor.
Nunca, como ahora, había sido tan sencillo degustar una buena cerveza tica. Claro, la bebida rubia estaba en todas partes, pero la variedad era limitada, incluso en marcas importadas. Como el público exige más, bares, pubs y restaurantes se han aliado en una misión educativa: hay que refinar el paladar cervecero.
Recorrimos algunos de los bares donde reina la cerveza, y donde amigos pueden reunirse en una mesa llena de bebidas costarricenses.
Prácticamente, todas las cervezas que se venden en el Stiefel Pub , en barrio Amón, son locales y artesanales. “No nos hemos dado cuenta de que en Costa Rica, aparte de ser un país donde hay muchísimo consumo de cerveza, se puede hacer un muy buen producto”, señala Adolfo Marín, uno de los dueños de este pub tico.
Ese producto proviene de microcervecerías que han brotado en Cartago, Manuel Antonio, Alajuela… Costa Rica Craft Brewing y Treintaycinco son dos de las fábricas que han logrado posicionar sus productos en la mayor cantidad de locales. Marcas como Segua y Maldita Vida ya son pedidas directamente por los clientes.
Microcervecerías que prueban sus primeros productos rondan la docena – y cada vez hay más –. Bri Bri Springs (Bribri), Volcano Brewing Company (Tamarindo), Manuel Antonio Brewing y Perro Vida (Manuel Antonio), son algunas de ellas. Según Marín, más de 70 granos y 50 frutas exóticas de Costa Rica dan a la cerveza local nuevas recetas, y los bares son su divertido laboratorio.
Novedad. Durante la redacción de este artículo, dos marcas nuevas de cerveza artesanal costarricense debutaron en el mercado. La ventaja de visitar estos locales es que ofrecen pronto estas novedades y las cervezas de temporada, con recomendación de los que saben del tema.
“Estamos en una revolución de la cerveza artesanal”, confirma Jaime Ricardo, de Costa Rica Beer Factory, Inc . En su local de barrio Escalante confluyen casi 130 marcas de cerveza, un listado variado de firmas extranjeras y nacionales que van de lo dulce a lo amargo, y de lo experimental a lo tradicional.
Beer Factory posee su propia cerveza, Escalante, en honor al barrio en el que se ubica el bar, y pronto inaugurará su microcervecería. Su comida está diseñada para maridarse con la cerveza, e incluso cuentan con un pequeño “museo” de botellas. Venden muchas marcas internacionales, cuya popularidad también aumenta.
Firmas internacionales como Hoegaarden, Beck’s, Stella Artois y Leffe ya no son desconocidas ni lujos: en bares como Craic Irish Pub (barrio La California) , Central Pub (paseo Colón), el Club Alemán y El Gaff (Los Yoses) son las predilectas.
El Gaff también busca tener su propia cerveza. “Aspiramos a poder tener a toda la gente que está produciendo cerveza de calidad sentados a la mesa con nosotros”, señala Paula Volio, una de sus dueñas. Una barra amplia, como el menú, y terrazas subrayan el hecho consabido: una cerveza se disfruta más en compañía.
Gusto. Como el buen vino, una buena cerveza resalta el sabor de la comida. En El Barril (Rohrmoser) destaca la conjunción de cervezadraft y una selección de montaditos españoles. Pronto incorporarán también cervezas nacionales a su sistema de autoservicio que funciona con una tarjeta exclusiva del bar.
“La gente cada vez pide más conocimiento de parte de los bartendersy más especialización en los tipos de cerveza que hay”, considera José Pablo Rojas, de El Barril. Su apuesta por el autoservicio implica que el cliente aprenda la forma adecuada de servirse de un barril. Es un primer paso.
Algunos restaurantes que han empezado a incluir cerveza local en sus menús, como Product C (Escazú), Piso 3 (sobre Q’Café, en San José) y el Café de los Deseos (barrio Otoya).
¿Cuál es la mejor forma de acercarse a la cerveza artesanal y la cerveza internacional? Preguntando. Centros de cultura cervecera como La Bodega de Chema –que también tiene productos en venta– pueden enseñarle incluso a producir su propia bebida. En los distintos locales, los meseros saben ofrecerle lo fresco y lo dulce, lo amargo y lo frutal de esta nueva paleta de sabores que ameniza las noches de diversión.
Como la cantidad de locales que sirven cervezas internacionales y artesanales crece vertiginosamente, es probable que usted conozca algún sitio nuevo. Cuéntenos en los comentarios cuál es su sitio preferido.
Nota tomada de La Nación
