Para el año de 1920, los medios de la época informaban a la comunidad sobre la terminación de las obras de demolición del quiosco del parque Morazán, lo que seguía era descubrir si se haría un quiosco nuevo, un tanque de agua o se dejaba un espacio desocupado.
Ese mismo año, faltando tan solo tres semanas para el 25 de diciembre, es el momento en que la comisión de festejos encarga al Arquitecto José Francisco Salazar, que diseñe y construya una obra que ocupe el lugar deshabilitado del espacio urbano.
De forma inmediata, el Sr. Salazar, organiza una cuadrilla de hombres, quienes sin descansar logran culminar la construcción el día 24 de diciembre, para ser inaugurada la noche de Navidad de 1920, en la coronación de la reina de los festejos populares de la provincia de San José.
El resultado y la obra inaugurada esa noche, fue el conocido Templo de la Música, una obra neoclásica, inspirada en el Templo del Amor y la música de Versalles de Francia.
Obra que actualmente engalana el parque Morazán y es sede de encuentro culturales y artísticos de la provincia de San Jose, además de ser un frecuente punto de referencia para los costarricenses.